
Finca Don Diego en la ruta del vino
La Finca Don Diego se encuentra en Fiambalá, Catamarca, sobre la Ruta Nacional 60 en plena precordillera de los Andes. El viñedo forma parte del histórico Valle del Viento, que, junto con su arquitectura en adobe, invita a quienes gusten a descubrir un rincón con carácter y raíces profundas del buen vino catamarqueño.
Herencias que abrazan sus raíces hace añares…
La Finca Don Diego es más que una bodega: es una historia que se remonta al siglo XVIII en Fiambalá, Catamarca. Llamada a honrar a Don Diego Carrizo de Frites, el pionero que introdujo la vid en la región en 1702, esta finca mantiene viva esa herencia en cada parral. Sus viñedos, muchos con más de 85 años, germinan sobre suelos calcáreos con riego de agua de deshielo de montaña. En este entorno árido y ventoso, se cultiva la vid sin fertilizantes ni herbicidas desde el primer día, en un cultivo auténticamente orgánico y libre de contaminación.
Este legado no es solo historia, ya que está presente en cada racimo, en los aromas que despiertan con el viento Zonda y en cada etiqueta de edición limitada, como el emblemático “Syrah Castaño” o el “Black Syrah”. La finca, con adobe, caña y materiales regionales, baja su temperatura naturalmente, preservando la tradición en cada detalle arquitectónico.
Visitar la Finca es sinónimo de adentrarse en un patrimonio viviente, donde la familia continúa cultivando no sólo la vid, sino también el legado del pasado, en una experiencia que invita a conectar con la historia, la tierra y el vino de altura.
Compromiso ambiental, vinos y técnicas sumamente finas
En la Finca Don Diego, cultivar viñas significa enfrentar condiciones extremas, ya que al estar ubicada a 1.505 metros sobre el nivel del mar, en Fiambalá, la región árida es azotada principalmente por el viento Zonda, y muy marcada por la amplitud térmica. Aun así, las vides crecen sanas y equilibradas gracias al riego de agua de deshielo de Los Andes, que permite eliminar plagas y mantener un cultivo limpio, sin químicos ni fertilizantes sintéticos desde siempre.
Es por ello que este “terroir heroico” exige de cierta artesanía vitivinícola compuesta por poda manual, vendimia selectiva y un manejo dedicado de racimos expuestos al sol intenso. Lo beneficioso del contexto es que estas prácticas producen uvas concentradas, con sabores auténticos y estilizados, cargados de mineralidad, acidez vibrante y taninos estructurados. La viticultura aquí no es industrial, es una obra de arte con raíces, donde cada parral es una pieza viva, y cada cosecha es una comunión casi perfecta entre la naturaleza radical y la pasión humana.
- Dato de color: en el corazón de la finca se encuentra una cápsula del tiempo, conocida como la Iglesia de San Pedro, construida en 1770 y de estilo colonial, es uno de los monumentos más emblemáticos de la Ruta del Adobe y un lugar espiritual de encuentro.
En cuanto a la exclusiva selección de sus producciones
En la Finca se elaboran vinos con enfoque boutique y conciencia absoluta. Con una producción limitada de aproximadamente 70.000 botellas por año, cada etiqueta es tratada como parte de una experiencia única. Los vinos emblemáticos “Finca Don Diego Syrah”, “Malbec”, “Malbec Syrah” conviven con ediciones limitadas como el “Syrah Castaño” y el “Black Syrah”.
La elaboración inicia con una cosecha manual y selección rigurosa de racimos, luego fermentación controlada en tanques de acero inoxidable a los 26 °C con levaduras de alta expresión, para preservar aromas y frescura.
El Syrah Castaño, en particular, refleja esta filosofía: es un vino elegante, complejo, color rubí profundo, con tintes de frutos rojos maduros y frutos secos, taninos firmes y equilibrados (y tiene potencial de guarda de hasta 6 años).
Reconocimientos a sus elaboraciones distinguidas
La excelencia de la Finca Don Diego ha sido reconocida oficialmente. En 2003, por ejemplo, su Syrah recibió la Medalla Gran Oro en la II Cata Provincial, con elogios internacionales que destacan su sabor especial imposible de replicar fuera del valle. Ese perfil singular (de sabores intensos, mineralidad y carácter salvaje) refleja una expresión auténtica del terreno y clima de Fiambalá, algo que expertos enológicos aún no pueden descifrar del todo.
Al día de hoy, la bodega sigue cosechando reconocimientos: etiquetas limitadas como Syrah Castaño y Black Syrah son piezas codiciadas en el circuito catamarqueño y nacional, potenciando el estilo distintivo que solo puede nacer de vides de más de ocho décadas a más de 1.500 msnm.
En esta Finca, se sabe que cada copa es un fragmento del terroir, la historia y excelencia, que ha permitido crear vinos con identidad, avalado por quienes celebran sus premios y reconocimientos.
Información enoturística
- Visitas guiadas: todos los días, cada media hora, de 9 h a 12 h y de 15 h a 21 h. Incluyen viñedos, bodega, cava y la capilla de San Pedro.
- Almuerzos regionales: de 12 h a 15 h, con vinos propios y platos típicos como empanadas de humita o cordero.
- Eventos especiales: vendimia en febrero-marzo con pisada de uvas y cosecha nocturna, más música y comidas.
Algunas de sus cepas producidas
Ubicación geográfica
La Finca Don Diego está situada en medio de la cordillera de los Andes, sobre la ruta 60 en el valle de Fiambalá, Catamarca. Aquí te facilitamos su dirección con exactitud:
Para más información y reservas
Facebook: https://www.facebook.com/fincadondiego.club/
Instagram: http://www.instagram.com/fincadondiego
Página oficial: https://www.fdd.wine/
Teléfono de contacto (WhatsApp): 3837 51-6889
Gmail: jabi@fdd.wine (por sugerencias y/o recomendaciones) – info@fdd.wine (reservas y consultas).
“Los aborígenes llamaron a esta zona Fiambalá, que en su lengua cacán significa “La Casa del Viento”. Ese viento es el que llena nuestros pulmones con la esencia de nuestras raíces y nos permite lograr la titánica tarea de producir el mejor vino en las condiciones más extremas”
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Fragmento de su página web oficial