Rutas del vino CHubut

¡BIENVENIDO A LA RUTA DEL VINO EN CHUBUT!

Chardonnay

Esta cepa encuentra aquí un hábitat especial: los días largos del verano dan sol suficiente para madurar la fruta, mientras que las noches frías conservan mejor la acidez. En muchas Bodegas se trabaja para obtener vinos blancos limpios, con notas de manzana verde, cítricos, flores blancas, a veces toques minerales, o ligeros matices de roble cuando se emplea crianza mesurada. En cosechas recientes, los Chardonnay de Sarmiento muestran gran nervio y perfil refrescante. El cuidado del clima extremo —control de viento, manejo hídrico adecuado, orientación de los viñedos— es clave, ya que temperaturas muy bajas o heladas pueden afectar la calidad si no se protege la planta o se pospone vendimias.

Malbec

Aunque el Malbec no es el protagonista fuerte de Chubut como lo es en otras provincias más cálidas, se cultiva en parcelas protegidas o en microclimas donde logra madurar bien. En estas zonas entrega fruta roja madura pero con menor azúcar que lo esperado en climas cálidos, lo que da contenido alcohólico moderado, acidez buena, taninos más suaves y un estilo menos “pesado”. Es ideal para quienes buscan un Malbec distinto: no cargado, sino más fino, con perfil patagónico, con frescura, con fruta algo austera pero muy bien integrada. Para alcanzar esa calidad, las prácticas agronómicas deben ser cuidadas: poda, manejo de suelo, protección contra viento, muchas veces un cierto plus técnico para estabilizar ante las fuertes heladas.

Viñas del Nant y Fall (en Trevelin)

Aparece como otro referente: producción de carácter boutique, clima de montaña, fuerte protección frente a heladas con sistemas adecuados, y vinos con fruta fresca, de muy buena acidez. Además, la experiencia enoturística se combina con la flamante naturaleza, alojamiento íntimo y el contexto escénico de la Comarca Andina.

Punta Ninfas

Es un emprendimiento vitivinícola familiar de Trelew que se dedica a la elaboración de vinos jóvenes, como Malbec, Pinot Noir y Cabernet Franc. Comenzó alrededor del año 2013 con la asistencia técnica de INTA Trelew para mejorar la calidad de sus productos. Se trata de una escala más pequeña comparada con grandes bodegas, donde su valor está en lo artesanal, lo local, lo que se refleja en cada botella: sus vinos son frescos, simples, pero muy conectados con la región. También realizan visitas a viñedos y degustaciones, lo que lo hace apto para quienes buscan una experiencia vinícola cercana, sin pretensiones de gran industria, sino de vivir el vino desde lo auténtico, el paisaje costero-meseta, la luz de la Patagonia y la tranquilidad.

Innovación, eventos recientes y mirada hacia 2026

Chubut está atravesando un momento vital en su vitivinicultura: entre el año 2024 y el 2025 ya se aprobaron leyes/regulaciones clave, se reconocieron nuevas Indicaciones Geográficas (IG), y se hicieron eventos que visibilizan lo que Chubut puede ofrecer.
Actualmente existen políticas provinciales vigentes como “Vinos y Sabores del Chubut” que apuntan a fortalecer circuitos turísticos, promocionar experiencias y apoyar las técnicas para productores pequeños. Entre estos eventos se destacan el “Encuentro Chubutense de Productores Vitivinícolas en Puerto Madryn” (2025) y la participación en diversas ferias nacionales.
De cara al año 2026, las expectativas incluyen consolidar rutas enoturísticas más definidas por microzona (costa, estepa, cordillera) con señalización, reservas online, mejores senderos y actividades complementarias características de estas tierras (trekking, avistajes, gastronomía local).
También se está promoviendo mayor sustentabilidad: viticultura de tipo orgánica, métodos de protección frente al viento y las heladas, el uso eficiente del agua y diversidad de suelos como recurso potencial. Se prevé que los vinos chubutenses ganen más reconocimiento en mercados especializados, gracias al carácter fresco y distintivo que poseen, y que haya mayor oferta de experiencias completas para el viajero (una interesante combinación de vino + paisaje + naturaleza + relax).

Características destacadas de Chubut como parte de la ruta del vino

• Regiones con origen protegido y valor legal creciente
  Chubut ya cuenta con varias “Indicaciones Geográficas” reconocidas: Trevelin (IG reconocida hace algunos años), Sarmiento (reconocida oficialmente en 2023 con respaldo legal), y El Hoyo (también IG desde 2023). Esto significa que los vinos de estas regiones ahora tienen sello de origen que garantiza ciertas condiciones de producción, reconocimiento externo, trazabilidad, y visibilidad. Para el viajero esto es muy importante: al visitar bodegas de estas zonas puede saber que está probando algo con certificación, historia y calidad, garantizando el tipo de producción que sostiene el lugar.

   

• Ambientes climáticos extremos que generan vinos con frescura, acidez y carácter
  En Chubut el clima es desafiante: noches muy frías, heladas tardías, viento permanente, días soleados intensos, suelos diversos (lacustres, aluviales, arenosos). Todo esto hace que las uvas maduren más lentamente, desarrollen aromas especiales y mantengan acidez viva. Eso produce vinos vibrantes, nervudos, con cuerpo ligero-medio, que en boca generan sensación de frescura más que de “calor alcohólico”. Este carácter es buscado por quienes quieren vinos distintos, no sólo “copa potente”, sino copa memorable, ligada al paisaje, al terroir, a la Patagonia.

• Naturaleza como compañera de ruta
  Más allá del vino, Chubut ofrece naturaleza en estado puro: bosques andinos, lagos, ríos, mesetas, estepa, fauna costera, costas salvajes. Esa posibilidad de combinar el viaje vitivinícola con el senderismo, la observación de aves o ballenas, los días de playa si estás en la costa y las noches estrelladas en la meseta, convierten un recorrido de Bodegas en una escapada completa. El paisaje es parte esencial de la experiencia del vino en Chubut.

   

• Experiencias de carácter boutique y turismo rural en crecimiento

  Hay un aumento claro de productores que ofrecen no sólo vino, sino también alojamiento íntimo, actividades complementarias como caminatas, visitas guiadas a parcelas, degustaciones especiales, y una sensación de calma y autenticidad. No se trata de grandes resorts con vinos, sino de estancias pequeñas que fomentan la calidez del hogar, viñedos de montaña o meseta donde la hospitalidad es cercana, el paisaje, la producción visible y las personas generan espacios de encuentro que se vuelven únicos.

• Apuesta hacia la sustentabilidad y producción orgánica

   

  Productores como la Bodega Otronia lideran en este aspecto con viñedos orgánicos, protección fitosanitaria mínima, suelos sanos, uso responsable del agua y prácticas que cuidan el medio ambiente. El turismo demanda cada vez más no solo productos bonitos, sino procesos sostenibles y éticos, y es en ello que Chubut está respondiendo mediante Bodegas de calidad y sustento ecológico, proyectos en la meseta o la cordillera cuidando el medioambiente, empezando a incorporar criterios verdes, origen protegido, trazabilidad y protección del paisaje.

• Potencial creciente de reconocimiento nacional e internacional
  Gracias a las IG, a la visibilidad en ferias, la singularidad del terroir y la frescura de los vinos, Chubut tiene grandes expectativas de aumentar su prestigio a lo largo y ancho del país. Actualmente son varios los vinos chubutenses que se mencionan en medios especializados, sumado a que los sommeliers buscan expresiones de clima frío como éstos. Siguiendo por este camino, Chubut logra cada vez más el reconocimiento de ser uno de tantos destinos de vino que se visitan por la calidad, no solo por el paisaje, generando turismo de nicho, mayor derrame económico regional, y reforzando identidad local de estas partes del país.